George Warnock
Aod era un Benjamita
zurdo que Dios levantó para salvar a Israel de las manos de Eglón, rey de Moab
(Jueces 3:15). Dice literalmente,
“estaba atado en relación con su mano derecha”. Su mano derecha era un problema
para él. Dicen que en ciertos momentos, ser zurdo puede ser bastante
frustrante. El hombre zurdo no encaja muy bien en nuestra sociedad. Tiene que
aprender a hacer las cosas por la vía difícil.
La sociedad está más
bien enfocada hacia la persona diestra.
Sin embargo, Benjamín,
tal y como recibió su nombre por parte de su padre, Jacob, significa “Hijo de
mi mano derecha”. Yo solía preguntarme sobre esto cuando descubrí como Dios
usaría a los Benjamitas zurdos. Pero un día descubrí el secreto cuando me di cuenta
de que cuando pongo mi débil mano izquierda sobre la fuerte mano derecha o
diestra de Dios, repentinamente soy vinculado con la fuerza, el poder y la
potencia de Dios mismo.
Pero si trato de poner
mi mano derecha sobre la mano derecha de Dios, tengo problemas. Tendré que
volverme en la dirección opuesta para hacer eso, lo que por supuesto significa
mi propia voluntad, desobediencia, e ir por mi propio camino. ¿No podríamos
contentarnos con llevar nuestras insuficiencias, nuestras carencias, nuestras
debilidades (nuestra MANO IZQUIERDA) y caminar mano a mano con Él en la misma
dirección y en el PODER DE SU DIESTRA?
Por supuesto, esto puede
significar que a veces estaremos caminando con el Varón de dolores, bien
familiarizado con el sufrimiento. Y con frecuencia, la Iglesia pensará de
nosotros como de un grupo de gente muy triste. Pero recuerdo como Raquel miró a
su hijo, de modo que no quiero condenar a la gente por las impresiones que
puedan tener. Raquel podría haber llamado a su hijo “el hijo de mi tristeza”.
Pero Jacob dijo, “No, no Benoni, sino BENJAMÍN… ¡Será el HIJO DE MI DIESTRA!”
No hay verdadero gozo que no nazca de la tristeza. No hay verdadero gozo que no
sea dado a luz en la Cruz.
“Por la noche durará el
lloro, Y a la mañana vendrá la alegría” (Salmos 30:5).
Pero Aod tenía un puñal
de doble filo. ¡Afilad vuestras espadas, vosotros Benjamitas zurdos! ¡Preparaos
para la batalla del SEÑOR! Eso es lo único que necesitamos: una Palabra viva
que sea “más afilada que toda espada de doble filo”. Puede que no puedas usar
la mano derecha de la habilidad, de la elocuencia, de la excelencia
intelectual. Pero descubrirás, si dejas que Él siga aferrándote en Su fuerte
diestra, lo que Isaías descubrió en su debilidad:
“Y puso mi boca como
espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida,
me guardó en su aljaba” (Isaías 49:2).
¡Deja que Él te mantenga
ahí! ¡Jóvenes, llenos de celo por trabajar para Dios, dejad que Él os mantenga
ahí! No tenéis que temer por la predicación, la enseñanza o la evangelización,
ni intentar hacer algo eclesiástico o ministerial en su naturaleza.
Solo dejad vuestra mano
izquierda sobre Su diestra, y al estar frente a frente a los enemigos de Dios,
descubriréis que podéis extender vuestra mano y sacar la afilada espada
escondida como el puñal de Aod, bajo la ropa de la debilidad, la humildad y la
mansedumbre. Puesto que por medio de estas mismas virtudes habréis podido pasar
por los guardias sin ser descubiertos. ¿Quién es Él? ¡No tiene nada en su poder!
¡No puede hacer ningún daño!
Pero Aod tenía un
mensaje secreto para el rey, el obeso Eglón que se sentaba en su sala de verano,
bien tranquilo y satisfecho. Sus bienes estaban en paz porque el pueblo de Dios
se encontraba bajo su dominio. El mensaje secreto que Aod llevaba al rey era éste:
“Dios ha traído fin a tu opresión, viejo y obeso monstruo. Dios ha traído
liberación a Su pueblo.” ¡Y por un solo golpe del puñal de aquel zurdo
esmirriado vendría la liberación a una nación entera!
Quienes Sois - George Warnock
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