Davis y Clark
Reconozca que usted ha
rechazado el gobierno de Dios sobre su vida por su preferencia a los gobiernos
humanos (vea 1ª Sam. 8:19-20). Sepa que con toda probabilidad, abdicó de las
responsabilidades que Dios le dio al hombre por un deseo desordenado de recibir
aprobación y aceptación de los hombres. Pregunte al Padre si esto es cierto con
respecto a usted.
Jesús dijo: “Mis
ovejas oyen mi voz”. ¿Oye usted su voz? Si no la oye, no se conforme con nada
menos. Enciérrese solo con Dios, solo usted y El solos, hasta que usted oiga
del cielo directamente.
Muchos cristianos no
oyen la voz de Cristo debido al ruido religioso que hay alrededor suyo. Y si
están buscándole a El, están buscando en todos los lugares equivocados.
Avivamientos, grandes oradores, seminarios, reuniones especiales, clases de
entrenamiento de élites, y, desde luego, antes que me olvide, de las escuelas
bíblicas. Retiros de jóvenes, retiros de adultos, retiros, retiros. Ellos están
en medio de toda actividad religiosa en la ciudad, y planeando unas cuántas
propias..
Pero así como fue con
Elías, el SEÑOR no estaba en el poderoso viento, si bien el mismo “rompía
los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová…”. Tampoco el SEÑOR
estaba en el terremoto o en el fuego. Pero Elías oyó un silbido [susurro]
apacible y delicado (1Reyes 19:11-13) El susurro no se puede oír en el alboroto
y en el tornado creado por el aletear de nuestras propias alas. Su voz no puede
ser oída sobre el sonido del terremoto. No va a hallarse en las chispas, fuego,
y humo de la religión.
Oh querido cristiano,
póstrese sobre su rostro y no se levante hasta que oiga a Dios directamente. Espere en El, resistiendo la tentación
de correr al hombre por la respuesta, y usted volará con las alas del aguila.
Vale la pena su tiempo de esperar en el Señor.
Isaías 40:31 “…pero
los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Venga
sin temor ante el trono de Dios.
Hebreos 4:16 - Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar
gracia para el oportuno socorro.
Jesús ha comprado el derecho
de acceso directo por nosotros. Podemos entrar por medio de Su sangre, y Sus
méritos; no por los nuestros. Es la responsabilidad de todo creyente el
aproximarse a Dios como intercesores por ellos mismos y por otros.
1 Cor. 2:2 - Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado.
1 Co. 3:11 - Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
2 Co. 13:5 - Examinaos
a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os
conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis
reprobados?
Ef. 4:21 - …si en
verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
Fil. 1:6 - …estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Reemplazando a Jesús - Davis y Clark
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