Michael Clark
¿Ordena el Nuevo
Testamento a que nos construyamos edificios donde adorar o nos da algún ejemplo
de esto? Busque por usted mismo en el Libro. ¡No está allí! Jesús lo dejó bien
en claro a la mujer Samaritana ese día que le preguntó dónde ella debía adorar.
Le dijo la mujer: Señor,
me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y
vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en
este monte ni en Jerusalén [el templo] adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros
adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora
viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (Jn 4:19-24)
Esteban parece que
resumió todo esto con sus últimas palabras antes que los líderes religiosos
Judíos lo mataran:
Mas Salomón le edificó
casa. Si bien el Altísimo no habita en
templos hechos de mano, como el profeta dice: El cielo es mi trono, y la tierra
[es] el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?, Dice el Señor; ¿o cuál
es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?
Duros de cerviz, e
incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu
Santo; como vuestros padres, [así] también vosotros. ¿A cuál de los profetas no
persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que antes anunciaron la venida
del Justo, del cual vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores. (Hch.
7:47-53)
No en balde apedrearon a
Estaban hasta matarlo. El demostró a los gobernantes Judíos que Dios había
desechado toda la base de su poder y había establecido un nuevo orden
dejándolos fuera en el frío con sus legalistas justicias propias.
No había salarios o
edificios que mantener en la iglesia primitiva. Todo eso vino más tarde con la
declinación de la iglesia. El primer edifico de la iglesia que tuvo que ser
mantenido vino en el año 225 dC (de acuerdo a los arqueólogos), después de que
la visión apostólica hubiera muerto y desaparecido, pero realmente no se
convirtió en una moda hasta el advenimiento de la cristianización de
Constantino alrededor del año 325 dC. Y no se sabe con certeza cuando el diezmo
legalista fue reinstituido pero vino alrededor del año 600 dC. con el
surgimiento en poder de la Iglesia Católica con sus sacerdotes y catedrales. Lo
siento amigos, pero personal asalariado y edificios para iglesias son una
resaca de los años oscuros.
El Espíritu está
mostrándonos la importancia de reunirnos en las casas para sostener y ministrar
a pequeños grupos para que cada persona tenga la oportunidad de ministrar al
resto y dar testimonio de lo que Dios está haciendo en sus vidas. No hay nada
de malo con que el pueblo de Dios tenga grandes reuniones en edificios
comerciales con el propósito de adorar y alabar a Jesús. Esto es a menudo muy
edificante. Hay grandes salones de reuniones casi en cada ciudad y pueblo que
puede ser utilizado o alquilado para este propósito.
¡Algo esta terriblemente
mal con el liderazgo de la Iglesia cuando damos los recursos preciosos de Dios
al rico sistema bancario con exorbitantes pagos de intereses para poder tener
un lugar donde adorar! Solo piense cuanta gente del pueblo de Dios puede ser
sostenida en la obra del evangelio con el dinero que ahora es dado a este
sistema de la Bestia. Esta derrochadora asociación me suena como la Ramera que
está sentada sobre la Bestia en Apocalipsis 17 y 18, y no la esposa de Cristo.
Si Dios mueve a la gente
a dar para el propósito de proveer un humilde centro de reuniones, bien. Construyámoslo
sin derrochar en usura (la cual Dios condena en el Viejo Testamento). Aun en el
Viejo Pacto el diezmo nunca fue usado para edificios, El templo fue edificado
de ofendas y donaciones. El diezmo era para las viudas, los desamparados y
destituidos, y para el mantenimiento del sacerdocio (Det. 14:27-29). El
espíritu de esta ley fue evidente en el libro de Hechos cuando todos daban de
su abundancia y nadie tenia necesidad. Pienso que el tiempo viene cuando
seremos forzados a reunirnos en las casas debido a la persecución y opresión de
impuestos sobre la iglesia.
La Ley y la Iglesia - Michael Clark
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