Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


16 de julio de 2018

LA PRESENCIA DEL SEÑOR


Virgilio Zaballos

Yo, el Señor tu Dios, vengo… vengo otra vez a Mi Templo… Vengo a llenar Mi templo con Mi gloria. Mi presencia es Mi gloria.

Vosotros sois el templo de Mi Espíritu Santo (1ª Cor. 6:19), Mi casa (Efesios 2:19), un pueblo llamado por Mi nombre (Deum. 28:10, Hechos 15:17). Vengo a vosotros. Vengo a llenaros con Mi gloria, Mi presencia.

Más que ninguna otra cosa, quiero llenaros con Mi presencia. Estoy santificando (apartando, separando) a un pueblo para Mí mismo, preparándoles para Mi venida para que cuando venga, tenga una casa, pura e incorrupta, en la que habitar. Quiero habitar entre Mi pueblo, y dentro de Mi pueblo.

Estoy subiendo el fuego de Mi refinador en esta hora para que pueda separar a un pueblo como oro puro y planta de la escoria del pecado y de la carne. ¿Estas dispuesto a estar en ese número? ¿Anhelas o incluso te consumes por la venida de Mi gloria a Mi pueblo?

Si es así, espera que comiencen a suceder para ti grandes y gloriosas cosas, porque Yo vengo y vengo pronto. Vengo en toda Mi gloria. Vengo en mi gran caballo blanco, montando triunfalmente hasta la ciudad de Sión, Mi santo monte, Mi pueblo santo. Es ahí donde Me bajaré y Me sentaré sobre el gran trono de Mi juicio. Es ahí dónde separaré a las ovejas de las cabras. Llamaré a Mi pueblo.

Les daré una corona de gloria. Les llenaré para siempre. Serán para Mí, Mi pueblo. Los poseeré y ellos Me poseerán. Yo estaré en ellos y ellos estarán en Mí. Seremos uno en espíritu.

Los llenaré con Mi gloria, Mi presencia. Me verán tal como soy, y cuando me vean tal como soy, serán como Yo soy (1ª Juan 3:2).

Libero sobre la faz de la tierra a un pueblo que llevará Mi imagen como un templo lleno con Mi gloria. Serán Mi presencia en la tierra, en todo el mundo. Yo en ellos. Ellos en Mí. ¿Quieres formar parte de ese número? ¿Estás dispuesto personalmente a negarte a ti mismo todo tu egoísmo, a tomar tu cruz a diario, y a seguirme?

Vengo a Mi pueblo, un pueblo llamado por Mi nombre. ¿Con qué nombre eres llamado? ¿Te enorgulleces por ser bautista, presbiteriano, metodista, luterano, episcopal, católico romano, ortodoxo, pentecostal, carismático? Estos son los nombres que os habéis dado a vosotros mismos. ¿Corresponden estos nombres a lugares en vuestro corazón donde cada uno de vosotros dice, Yo soy de Pablo, Yo de Apolos, yo de Cefas y yo de Cristo? (1ª Cor. 1:12). Estos nombres representan los iconos de la adoración del yo alrededor de los cuales os reunís y a los que hacéis homenajes. Estos son vuestros ídolos. Son extensiones de vosotros mismos.

Vengo en busca de una esposa santificada, que se ha limpiado de toda sus idolatrías, que tiene un corazón y unos ojos exclusivamente para Mí, su amado Jesús. Ha renunciado a sus ataduras con el pecado, el mundo, las obras de la carne, o cualquier otra atadura que Satanás tuviera sobre ella. Ella está libre de esas cosas.

Vengo a por Mi cuerpo—un pueblo que ha sido crucificado, resucitado, ascendido y glorificado en Mí. Vengo a por un pueblo que ha declarado que Yo, Jesús, es su única cabeza. Son un pueblo obediente. Escuchan y obedecen a Mi Espíritu Santo porque Mi Santo Espíritu Me escucha y Me obedece a Mí, la cabeza, del mismo modo que Yo escucho y obedezco la voluntad soberana absoluta de Mi Padre (Juan 5:19, 14:24, 16:13).

Somos Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres-en-uno, obrando en concierto para reedificar para Nosotros un pueblo para Nuestra morada eterna.

Anhelo que Mi presencia llene Mi templo. ¿Y tú? Humíllate ante Mí. Déjame que Te revele la verdad sobre tu corazón y sobre tu vida. Déjame mostrarte tus pecados y tus ídolos. Déjame vaciarte del yo para que Yo me pueda derramar completamente en Ti.

Vengo… vengo pronto… vengo a llenar Mi templo con Mi gloria, Mi presencia, y Mi poder. ¿Estarás listo?

Su Presencia en medio de ti - Virgilio Zaballos

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry