Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


22 de julio de 2018

UN ADMINISTRADOR FIEL Y EQUILIBRADO


Virgilio Zaballos

     Una vez que hemos regresado a la casa, Dios tiene un propósito de colocarnos como administradores y mayordomos; pero para ello será necesario pasar la prueba de la fidelidad. El Señor de la casa pondrá a prueba nuestras vidas para ver si nos puede confiar Sus bienes. Dios se reserva el derecho de probar la calidad de nuestro corazón. Por tanto, somete a diversas pruebas a aquel que tiene un deseo sincero de servirle.
           
        Ejemplos
         Josué. Dios vio en Josué la fidelidad de su corazón cuando no participo en el culto al becerro de oro, sino que se mantenía al lado de Moisés y del tabernáculo. Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo” (Ex.33:11). Y se confirmó cuando fue a reconocer la tierra prometida. Dios pudo comprobar que había en él otro espíritu... (Nm.14:6-10,24). Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. Entonces toda la multitud habló de apedrearlos... Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”.
          
         El pueblo de Israel. El Señor advirtió al pueblo en el desierto que probaría la calidad de su corazón cuando estuvieran instalados en la tierra prometida. Se reservó el derecho de sondear la profundidad de sus palabras. Para ello permitió que quedaran algunos pueblos de Canaán sin conquistar con dos propósitos: Para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, y para saber si obedecerían a los mandamientos del Señor Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,  y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,  cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.
          
         “Estas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán; solamente para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido: los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había dado a sus padres por mano de Moisés” (Dt.6:10-12) (Jue.3:1-4).
         El apóstol Pablo. En su carta a los tesalonicenses expuso claramente la determinación de Dios por comprobar la fidelidad de sus corazones. “...Si no que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones (1 Ts. 2:4). Y de la misma forma le escribió a Timoteo para que buscara “hombres fieles” para el evangelio (2Tim.2:2).
         
·         Cuando Dios encuentra UN AMIGO le confía sus misterios y la administración de su casa.
·         Abrahám (Gn.18:17-19).
·         Amós y los profetas (Amos,3:7).
·         Los discípulos incondicionales (Jn.15:15-16). 
·         Moisés y Jesús (Heb.3:5-6).
         
         Como vemos, nos guste o no nos guste, la Biblia está llena de esta verdad. Dios busca al hombre para encomendarle la administración de sus bienes, pero le hará pasar por las pruebas necesarias para ver la fidelidad de su corazón. Luego le transmite la visión de la obra que quiere que haga.
         
 El milagro de una Vida Equilibrada - Virgilio Zaballos

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry