Charles E. Newbold Jr
La gente egoísta que gobierna las iglesias es
típicamente posesiva y reclama la propiedad sobre sus votantes. Si son tus
dueños, pueden controlarte. Si no pueden controlarte, renegarán de ti.
La membresía en las iglesias es una reclamación de propiedad que las iglesias han establecido sobre un número
de personas. Todas las iglesias y
denominaciones lo hacen. Elige a cualquiera. En 1997, la convención bautista
del sur informó de 15.891.514 miembros y 40.887 iglesias. {22} ¿Por qué tenemos que saber cuántas personas nos pertenecen? ¿Por qué tenemos que
saber cuántas personas asistieron a la escuela dominical y al culto de
adoración? ¿Por qué es importante comparar esta cifra con “la misma fecha del
año pasado? ¿Para quién estamos contando? Contamos porque medimos nuestro éxito
con los números.
Me encontraba en una reunión de recién
convertido y decidí contar la asistencia. Una voz suave y silenciosa en mi
espíritu me interrumpió y me dijo, “No cuentes. Tú no sabes quién cuenta.”
Descubrí a tiempo lo cierto que esto era, con el ir y venir de gente. Además,
¿No estamos contando a la cizaña junto con el trigo? Jesús nos dijo que la
cizaña y el trigo crecen juntos. Mat. 13:24-30. No siempre sabemos quienes son.
Si tenemos que contar narices y saber que estamos incluyendo a la cizaña en esa
cifra, entonces tenemos que saber que no estamos contando como Dios cuenta.
Estamos contando algo para el Yo.
Quizá, contamos para determinar lo fuertes que
somos. La Biblia registra tres veces en las que se tomó un censo de Israel. Las
primeras dos veces, Dios lo había ordenado. Dios había mandado a Moisés que
censara a toda la congregación de los hijos de Israel a partir de los veinte
años de edad, numerando a sus ejércitos. Num. 1. La segunda vez, el Señor le
dijo a Moisés y a Eleazar que hicieran el censo de “toda la congregación de los
hijos de Israel de veinte años arriba,
por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a la guerra en
Israel.”
Num. 26
La tercera vez, cuando el Rey
David ordenó tomar el censo por iniciativa propia. 1ª Cron. 21 nos dice como
Satanás se levantó contra Israel y provocó a David a censar a Israel. 2ª Sam.
24:1 nos informa sobre esta historia diciendo, “volvió a encenderse la ira de
Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: ‘Vé, haz un
censo de Israel y de Judá’.” La clave de lo que acontece con todo esto la
encontramos en el versículo dos de ambos pasajes. David ordenó el censo diciendo,
“para que yo sepa el número de gente.” Dios se disgustó tremendamente con David
y envió una plaga sobre Israel que mató a setenta mil hombres. El deseo de
David de contar su incremento provocó una gran pérdida. Puso su confianza en la
fortaleza de los números, en lugar de en Dios. Fue bueno que Dios contara a
Israel. Israel era suyo. No fue bueno para David censar a Israel. Israel no le
pertenecía. David buscó la propiedad de la ciudadanía para sí mismo. Fue algo
que Satanás le incitó a hacer en su corazón.
Nos fascinan los números. Edificamos nuestra
importancia sobre lo grande que percibimos que somos. El tamaño es un asunto de
opinión. Para poder determinar lo grande que somos, tenemos que compararnos con
otros. Compararnos con otros es un espíritu orgulloso y competitivo que no
tiene lugar en el Reino de Dios. Los que gobiernan las iglesias se refieren a “sus” miembros de iglesia como extensiones de ellos mismos. Se valoran por sus
estadísticas. Sienten que tienen que poseer a las personas para poder
mantenerlas.
Sonny estaba en el campo de baseball con sus
hijos una húmeda noche de verano y vio al pastor Gene. Sonny le preguntó,
“¿Tienes a alguien aquí?”, “Todos los míos están aquí”, contestó. Sonny se
quedó perplejo con su respuesta. Sonny sabía que el Pastor Gene no tenía a sus
hijos jugando al baseball esa noche. El Pastor Gene le explicó, “Si son
miembros de mi iglesia, son míos.” Sonny lamentó más tarde no haberle
preguntado en ese instante, “¿Realmente quieres esa responsabilidad? No son tus
ovejas. Pertenecen a Jesús.”
El Sistema de la Iglesia
Ramera - Charles E. Newbold Jr
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