Virgilio Zaballos
Muchos
de los aparatos electrónicos modernos contienen una pieza que se
convierte en fundamental a la hora de su funcionamiento adecuado. Es
el regulador. Por ejemplo, los frigoríficos llevan una ruedecita
numerada para controlar el nivel de refrigeración; mas frío o
menos. De esta forma se canaliza la energía que reciben y la función
que deben realizar en cada momento. Pues bien, en la vida espiritual
tenemos también diferentes reguladores que canalizan el potencial
recibido con la función que deben desempeñar. Uno de esos
reguladores es EL OJO. Jesús dijo: Cuando tu ojo es bueno, también
todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno,
también tu cuerpo está en tinieblas.
Existe
una conexión entre lo que ven nuestros ojos y la salud física. La
visión que tenemos afecta a nuestro interior con luz o tinieblas,
vida o muerte. El libro del Génesis nos muestra esta verdad en toda
su crudeza. Satanás conocía esta relación entre:
visión-deseo-acción. La visión de lo que vemos forma imágenes,
que a su vez se traducen en deseos de poseer lo que vemos, y que
culminan en las acciones correspondientes. Esta verdad opera tanto en
el reino de la luz como en el dominio de las tinieblas. Jesús lo
dijo, si el ojo es bueno habrá luz; pero si mira y persiste en lo
que es malo se llenará de tinieblas. Eva fue atraída maliciosamente
hacia lo prohibido. El diablo sembró expectativas maravillosas del
mundo oculto para el ser humano.
Le
dijo a Eva: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que
comáis de él, serán
abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y
el
mal” (Gn.3:5).
Esas
palabras entraron como puñales en la mente de Eva y empezó a tener
imágenes de ese mundo oculto, desconocido, ejerciendo además una
autoridad de dioses. Osea, la oferta contenía la gran mentira a de
llegar a ser los dueños y dominadores (seréis como Dios) de mundos
desconocidos (serán abiertos vuestros ojos). El mensaje formó una
visión interior en Eva que pronto encontraría su conexión con el
mundo físico. "Y vio
la
mujer que el árbol era
bueno para
comer y que era
agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó
de
su fruto y comió;
y
dio también
a su marido; el cual comió así como ella” (Gn.3:6). Así abrieron
la puerta al ocultismo. De esta forma entraron las tinieblas a formar
parte del ser humano y así perdió la dignidad la creación mas
elevada de Dios. Ahora bien, el camino de regreso a la dignidad
perdida viene también por una mirada de fe al Gólgota. Al poner los
ojos en Jesús.
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La
Biblia nos habla de ojos físicos y ojos espirituales. Ambas visiones
producen alteraciones que afectan positiva o negativamente a nuestra
vida. Lo que vemos físicamente influye en nuestro interior, y la
visión interna afectará la orientación de los ojos naturales. Las
Escrituras nos muestran cómo esta verdad operó para muerte y
maldición en unos casos; y para vida y bendición en otros. El uso
que hacemos de nuestros ojos (físicos y espirituales) llenará todo
nuestro ser de luz o tinieblas.
El milafro de una vida Equilibrada - Virgilio Zaballos
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