Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


16 de julio de 2018

INDICIOS DEL ESPIRITU SANTO


Charles E. Newbold Jr

En contraste con la brujería, el Espíritu Santo es manifestado por el poder de Dios obrando en nuestras vidas. Produce honestidad, verdad, claridad, confianza, fe, seguridad, descanso, paz, gozo, vida, bendiciones, justicia, luz, poder, salud y sanidad, humildad, sometimiento, un espíritu quieto y benigno, perdón y libertad.
El Espíritu Santo opera cuando basamos nuestra seguridad y fe en Jesucristo como Señor. Zacarías 4:6b dice: “No con ejército, ni con fuerza, sino con Mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos.” Una vida en el Espíritu camina en la confianza del Salmo 37:23: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y Él aprueba su camino.”

Santiago 3:14-18 resume este contraste entre el Espíritu Santo y la brujería para nosotros: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad. Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía, y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.” Nota como Santiago usó estas tres palabras: terrenal, animal (sensual), diabólica. Estas concuerdan con la progresión del pensamiento presentado aquí, que la carne (lo que es terrenal), busca algo para el Yo (que es sensual) que invita a lo demoníaco (lo que es diabólico).

La brujería es una fuerza negativa y destructiva de la carne y voluntad humanas. Cualquier grado de brujería es una abominación para Dios. Es una falsificación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo de Dios, dador de vida, no permanecerá donde se practique la brujería.
De la misma forma que practicamos la brujería en la vida diaria, podemos estar seguros de que también es practicada en las iglesias.

El sistema de la iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry