Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


8 de julio de 2018

LA CRUZ LIBERA LOS TRAUMAS DE LA VIDA


Virgilio Zaballos

La cruz establece el equilibrio entre Dios y el hombre; el hombre y el hombre; el hombre y la creación (Ef.2:14-16). La cruz nos desprende De todo aquello que puede causarnos un trauma. Separa las ligaduras opresivas -aunque sean muy humanas- que se pegan a nuestras almas de forma desordenada; por ejemplo: la familia, la economía, el éxito, la reputación, los bienes materiales, la honra y fama, la salud, nuestra realización personal y hasta la propia vida (Lc.14:26-27). Los traumas vienen cuando se nos quita aquello a lo que vivimos “enganchados”. Entonces nos frustramos, entramos en depresión y vacío, y nuestra existencia pierde su sentido. Jacob experimentó esta clase de experiencia. Su vida (alma) estaba ligada a la vida (alma) de Benjamín, y si algo desagradable le ocurría a su hijo quedaba atrapado en lazos opresores.

Lee el relato de Génesis,44:29-31. Y si tomáis también a éste de delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con dolor al Seol.
Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Seol”

Aparece la misma ligadura en Génesis, 34:2,3. Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró. Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella”

Ésta clase de unión es dañina y desequilibrada. Nuestra vida depende de Jesús y los lazos que suplantan esa dependencia acaban desestabilizando el orden que debemos seguir: Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como a ti mismo. Ese es el orden divino y equilibrado. Abrahám vivió este orden. Su vida dependía de Dios y no de su hijo Isaac, por eso "por la fe Abrahám, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar de entre los muertos. de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir (Heb.11:17-19). El único trauma verdadero para el cristiano es la separación de Cristo. Nuestras vidas sí están ligadas a Jesús, por eso no podemos vivir separados de él (Jn.15:5). El apóstol Pablo nos dice que nuestra unión con Cristo es tan fuerte (1Co.6:17), que nada ni nadie nos podrá separar de su amor (Ro.8:38 39). Si llevar la cruz es una experiencia tan liberadora para nosotros, debemos entender bien qué significa esa verdad y a donde nos conduce.

El milagro de una vida Equilibrada - Virgilio Zaballos

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry